viernes, 2 de septiembre de 2016

Nunca Apagues la Luz

Por fin llegó a las pantallas la película del cortometraje de terror más viral de los últimos tiempos, Lights Out (David F. Sandberg, 2016). Y tiene todo lo necesario para conseguir lo mismo que aquel vídeo, empezando por que la firma el creador del corto original y producida por el mismísimo James Wan, el hombre de moda en el género.

Es mejor no desvelar mucho del argumento y que lo descubráis por vosotros mismos. Pero básicamente nos encontramos ante un ente que ataca en la oscuridad, extendiendo y enriqueciendo la premisa del corto original.

El resultado ha sido agridulce, pues nos encontramos con una película que tiene momentos brillantes, con sustos para quitar el hipo y que hacen notar la maestría del director. Incluso el trasfondo de la historia es interesante y nos mantiene pegados al asiento para descubrir el origen del ente que nos aterroriza.

Pero por desgracia no llega a ser una película redonda, porque quizás peca de ser un poco "comercial". Eso no es malo, el problema es que recurre a golpes de sonido, al susto fácil, y ha los miles de clichés que el género a usado durante años.
Lo que lo convierte en un film para pasar el rato, sin ganas de revisionarlo en un futuro. Realmente, con la trama que nos cuenta, habría sido mejor película si fuera más psicológica, con más suspense y profundizando en los personajes.


Precisamente los personajes son el punto más flojo de la película, no están bien construidos, en ningún momento llegamos a empatizar con ellos, y algunos son totalmente inútiles, especialmente el novio de la protagonista, que no solo le falta carisma, no aporta absolutamente nada y estamos deseando que muera durante todo el metraje.

A pesar de sus defectos estamos ante una digna película de terror, con grandes momentos, que nos hará pasar un "buen mal rato". Es la opera prima de David F. Sandberg, y no ha sido un mal comienzo, esperemos que nos ofrezca más en el futuro.

Buena

martes, 16 de agosto de 2016

Psicosis II: El Regreso de Norman

Películas perfectas hay pocas, y pocos pueden negar que Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) lo es. Es una obra maestra indiscutible, imperecedera, inmortal, atemporal... ¿Realmente necesitaba una segunda parte? Claro que no, igual que no la necesitaba Los Pájaros (Alfred Hitchcock, 1963) y la tiene, pero este no es el caso, porque cuando las cosas se hacen bien, las segundas partes de obras maestras también merecen la pena.

Psicosis II: El Regreso de Norman (Richard Franklin, 1983) arranca 22 años después de la original, el mismo tiempo que pasó en la realidad entre una producción y otra, y nos cuenta como tras una evaluación psiquiátrica, el desequilibrado Norman Bates (de nuevo el gran Anthony Perkins) es puesto en libertad, para desdicha de Lila Loomis (de nuevo Vera Miles).

Un argumento que parece forzado para alargar el sabor del chicle... Y yo mismo lo pensé así cuando me senté a ver la película, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando me encontré con una trama que atrapa desde el principio, una dirección sobresaliente, unas interpretaciones soberbias (Meg Tilly y sobretodo Anthony Perkins se salen) y sobretodo una película que no se intimida ante la sombra de su predecesora, a la que es capaz de homenajear pero brillando siempre con luz propia.

Pero creo que no me estoy explicando correctamente, Psicosis II, no es solo una buena película, no es solo una digna secuela... Psicosis II es una película INFRAVALORADA, que no sólo está a la altura del original, es capaz de mirarla de tú a tú a los ojos sin ruborizarse lo más mínimo. Psicosis II es una JODIDA OBRA MAESTRA.

He tenido que verla más de una vez  para asegurarme de que no me he dejado llevar por la emoción, y me he encontrado  con un montón de detalles que me han hecho saborearla de otra forma y confirmarme que es una pedazo secuela, y que es aún más disfrutable si te encanta la original.


¿Pero por qué nadie se acuerda de ella? Es una película completamente olvidada, estoy seguro que la mayoría de gente no sabe ni que existe. Nadie os va a decir que es una mala película, pero pocos os dirán que es una obra maestra a la altura incluso de la original. ¿Por qué? ¿Porque es innecesaria? ¿Porque no la dirige Hitchcock? ¿Es que nadie se atreve a decir si una película es genial sin antes ver el curriculum de su director? Pues el señor Richard Franklin ya ha hecho otras buenas obras como Patrick (Richard Franklin, 1978). Y su guionista (que es lo mejor del film, el guion) es Tom Holland, responsable nada menos que de Noche de Miedo (Tom Holland, 1985) y director de Muñeco Diabólico (Tom Holland, 1988), dos clásicos del cine de terror que destacan en una filmografía que ya quisieran muchos... Pero claro, esto es cine de terror y no cuenta.

La verdad es mejor que lo comprobéis por vosotros mismos, yo la vi pensando que me encontraría una secuela del montón... Y me encontrado con una de las mejores películas que he visto. A lo mejor soy yo el loco, pero parece el mismísimo Quentin Tarantino, dijo que la prefiere a la original, así que no estoy solo, yo no me atrevo a decir tanto, pero tampoco puedo quitarle razón.

Excelente

lunes, 4 de julio de 2016

Expediente Warren: El Caso Enfield

Entre superproducción y superproducción da gusto que James Wan vuelva al género que le hizo grande. Y es que, si el malayo está tras las cámaras, podemos estar tranquilos con el dinero invertido en la entrada de cine, porque sabemos que vamos a ver cine de terror con  calidad.

Hace 3 años estrenó la que para muchos es su mejor película Expediente Warren (James Wan, 2013), considerada un clásico instantáneo y una de las películas de terror de la década. Para un servidor, no sólo no es su mejor película; además he pensado siempre que su fama viene impulsada por la tremenda campaña de marketing que acompañó al film. Que lejos de ser una mala película (no voy a negar que es una gran Horror Movie), no deja de ser una película llena tópicos, que maquilla su falta de originalidad con la maestría técnica de su director.

Yo afrontaba esta segunda parte con la seguridad de que por lo menos me iba a entretener, y no solo no me equivocaba, Expediente Warren: El Caso Enfield (James Wan, 2016) ha superado todas mis expectativas.

Tiene todo lo bueno de la primera, pero con el añadido de que es un film totalmente imprevisible, con un ritmo vertiginoso, casi no da tiempo a recuperarse entre un susto y otro... Con una ambientación impresionante (genial ese Londres de los años 70), y con ese tono serio del cine de terror de aquellos años. El guión que también va más allá de limpiar una casa de espíritus, que tantas veces hemos visto, y nos planta la sensación de impotecia y deseo de que los Warren ayuden a la familia protagonista. Algunas interpretaciones también son para quitarse el sombrero como la de la joven Madison Wolfe que podría ser una Linda Blair de nueva generación.



Yo soy de los que piensan que en el cine de terror más vale sugerir que mostrar, y James Wan lo sabe y lo utiliza... Pero cuando muestra, sabe cómo hacerlo, y ese demonio monja es sencillamente acojonante, a la altura de las grandes figuras del cine de terror que causan traumas en la infancia (vease Pennywise el payaso).

En fin, está claro que James Wan ama y conoce este género, porque sabe hacerlo cómo pocos. No sé si este será techo de su carrera, y no sé como se verá a esta película dentro de unos años, pero para mí desde luego es la mejor de James Wan (y no sé cuántas veces he dicho esto ya). Probablemente por ser una segunda parte no será tan recordada, espero equivocarme porque es una de las mejores películas de terror de los últimos años.  Ya se están llevando al director a hacer superproducciones de superheroes... Yo espero que nunca deje este género porque necesita gente como él.

Excelente
 

domingo, 27 de marzo de 2016

Poltergeist III

Puede parecer que hoy voy a hablar de una película más... Una secuela más de lo que fue una gran película, pero que pasó sin pena ni gloria. Una película que quizás nunca debió haber existido, que nadie habría echado en falta... Un film que solo es recordado porque está marcado por la tragedia. 
Pero para mí no es solo eso, para mí es mucho más, hoy me confieso y dejo aquí escrita la que es mi última terapia contra esta película, insignificante y del montón, que con diferencia, es la que más me ha aterrado en mi vida: Poltergeist III (Gary Sherman, 1988).

¿Por qué? Es mismo me pregunto yo, la he vuelto a ver después de muchos años y obviamente ya no me produce el terror de antaño, pero aun así le sigo manteniendo cierto respeto.

Cuando era niño tenía un extraño magnetismo hacia Heather O'rourke (siempre me han gustado las rubias) y a la vez me aterrorizaba la idea de que hubiera muerto después de hacer esta película... Me la imaginaba apareciéndose ante mí en el espejo... Espejos... Espejos! Odio los espejos por culpa de Poltergeist III (o a lo mejor es que soy demasiado feo), han pasado los años y cuando voy al baño de madrugada aun me miro al espejo con desconfianza y con la voz del reverendo Kane en mi cabeza gritando "te he atrapadooo" y la imagen de Carol Anne con su pijama rojo me vienen a la mente... Y la verdad es que me estoy acojonando solo de escribir esto. Joder, aún no lo he superado... ¡Sigo siendo una nenaza!

Pero hablemos ya de la película, vista desde el punto de vista menos pasional, estamos ante una secuela que está a años luz de la original, no solo en calidad, además en estilo. Esta vez es menos empalagosa y más directa, no juega a sugerir sino que nos deleita con un alardeo de efectos visuales (de nuevo, fantásticos) y sustos inesperados. Tengo que decir que para mí es superior como película de terror a su antecesora, pero también hay que reconocer que ya no es lo mismo. La saga muestra signos de desgaste, y la trama ya no es tan profunda... Al final las dos primeras entregas de la saga son películas de terror, pero bonitas (en el sentido más ñoño de la palabra), y aquí ya no hay nada de eso: se hecha en falta a la familia completa. Sin embargo, y olvidándonos de la vena más blanda de Poltergeist, la vena más dura se crece, a partir del segundo acto no hay un momento de respiro y no hay lugar para el aburrimiento. Con esto quiero decir que Poltergeist III es mejor película que Potergeist II, pero es inferior como película de Poltergeist, no se si me entendéis. 


"Te necesitamos Carol Anne"

Lo que también echo en falta es a Julian Beck, su inolvidable papel de Reverendo Kane en Poltergeist II habría engrandecido mucho más a esta tercera entrega. En su lugar lo interpreta otro actor que no impone el mismo respeto, la verdad es que más hubiera valido no incluir a este personaje de nuevo.
 
Y como con Julian Beck la "maldición de Poltergeist" vuelve a cobrarse otra víctima, posiblemente la más trágica de todas: Heather O'Rourke, una desgracia que también afecta al forzado final de la cinta, donde ni siquiera vemos la cara a Carol Ann.

En fin, una película muy especial para mí, que me cuesta ver con un criterio normal, pero que de verdad pienso que es digna de ver. No es tan grande como Poltergeist, ni muchísimo menos, pero probablemente llevar su nombre como título hace que se la menosprecie, porque no deja de ser una entretenida película de terror.

Aceptable


lunes, 14 de marzo de 2016

Orca: La Ballena Asesina

Siempre que una película arrasa en taquilla, salen montones de imitadores que siguen la estela de su éxito. El primer blockbuster de la historia, Tiburón (Steven Spielberg, 1975), no iba a ser una excepción... Ya conocemos que hay casi tanta cantidad de películas sobre monstruos marinos como peces tiene el mar, pero entre ellas no solo la obra maestra de Spielberg destaca (aunque eclipse a todas las demas), y para demostrarlo está Orca: La Ballena Asesina (Michael Anderson, 1977), que se carga de un plumazo (o mejor dicho un aletazo) la imagen de animal adorable que nos enseñó Liberad a Willy (Simon Wincer, 1993).

Las comparaciones son odiosas, pero inevitables cuando hablamos de una película que se estrenó solo dos años después de Tiburón. Si bien es cierto que en ambas un monstruo marino aterroriza a un pequeño pueblo costero, la premisa de Orca no es la de devorar a cualquiera que se moje el culo en la playa, esta vez hablamos de un animal que quiere vengarse del hombre que mató a su pareja...
Lo que me lleva a pensar, al margen de lo descabellado de su argumento, en como dentro del mismo tipo de película se influencian (o llamadlo copia si queréis) unas a otras. Pasa con las sagas de  Halloween y Viernes 13 que se se alimentan la una a la otra. Y aquí encontramos la principal inspiración para la pésima Tiburón: La Venganza (Joseph Sargent, 1987), cuarta parte de la saga Tiburón de la que algún día hablaremos.
Pero Orca se quiere distinguir de Tiburón, presentándonos a la ballena como un animal mucho más temible e inteligente que el escualo, y si no mirad la primera secuencia del film lo rompedora que es: Una Orca matando a un Tiburón blanco, marcando la distancias con el film de Spielberg y enseñando al espectador que debemos temer más a la Orca que al tiburón.



Pero lo que diferencia a Orca del resto de películas de monstruos marinos es que esta vez como espectadores nos ponemos del lado del animal, yo por lo menos lo siento así, entiendo a la Orca y quiero que se vengue del odioso "protagonista" que más bien es el "antagonista", interpretado por el genial Richard Harris, que no es la única cara conocida del film, contando con Will Sampson el entrañable indio de Poltergeist II: El Otro Lado (Brian Gibson, 1986). La banda sonora es una maravilla, compuesta por el recientemente ganador de un Oscar, Ennio Morricone.


La película está sensacionalmente montada con imágenes de documentales de Orcas reales con sutiles efectos especiales, lo que ha hecho que en este apartado haya envejecido mejor que Tiburón y su escualo mecánico. Aunque sí que canta demasiado que en las escenas nocturlas los cortes de documentales sean por el día.
 
El film es totalmente recomendable, una de los mejores de este subgénero. Quizás el argumento sea un poco tonto, pero cosas mucho más disparatadas se han visto en este tipo de pelíulas. Sigue estando a años luz de Tiburón, que es el referente, pero sin duda es una buena película.


Buena