domingo, 9 de noviembre de 2014

Pesadilla en Elm Street


Todos tenemos una película favorita: Una que hemos visto cientos de veces, que nos sabemos cada frase, cada plano de memoria... Una película que nos impactó la primera vez que la vimos, pero que nos vuelve a emocionar cada vez que la volvemos a poner frente a nuestros ojos. Esa que sabemos que nunca nos cansaremos de ver una y otra vez, como si se tratase de una canción.

A lo largo de este año hemos ido repasando una a una las películas de la saga para llegar hasta aquí, en el día que se cumplen 30 años de su estreno, a la posiblemente mejor película de terror de la mejor década para el género. Amigos, sGosthface, el asesino de la saga Scream, me hiciera su famosa pregunta de "¿Cuál es tu película de terror favorita?" Yo no dudaría ni un segundo la respuesta: Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984).

De forma inesperada aparecen películas o personajes que cambian la cultura popular y la forma de ver las cosas. Hay un antes y un después del Drácula de Bram Stoker en 1897, del cine de zombies de George A. Romero, y si, hay un antes y un después de Freddy Krueger.
¿Enserio alguien no sabe quién es? estamos hablando posiblemente del psichokiller definitivo, llegó para revolucionar el slasher dándole al subgénero el toque de originalidad que pedía gritos y ha resultado ser una auténtico icono. 
A  New Line Cinema se la conoce como "la casa que construyó Freddy Krueger", porque esta película que costó 4 duros fue un auténtico fenómeno y salvó a la productora de la ruina. Se ha hecho una saga de 7 películas sobre ella, videojuegos, comics, muñecos... y hasta una serie de TV. Esto es histórico, parece un superhéroe de Marvel, pero no, es un asesino de cine de terror.

Pero es que Fred Krueger no es flor de un día, como Frankestein, es la suma de muchas piezas. Para crearle, Wes Craven se basó en un mendigo que deambulaba por su barrio y que se le quedó mirando fijamente cuando sólo era un niño... Una escena que le traumatizó, su nombre es el mismo que el del chico que le hacía la vida imposible en el colegio, su jersey es el resultado de juntar supuestamente los colores que peor relaciona el ojo humano, el rojo y el verde... Y su poder de atacar en los sueños, y base de la película, viene de una noticia que leyó de unos chicos que murieron mientras dormían... Pero seguro que si estáis leyendo esto, sois fans de Freddy y ya lo sabíais incluso en más profundidad.

El resto del carisma del personaje ya es cosa del gran Robert Englund, que le dio su forma de moverse y su personalidad, sin él, Freddy sería otra cosa. Para mí su importancia como actor en el cine de terror es equiparable a la de Boris Karloff o Bela Lugosi.

El guión además de original es impecable, desde la forma en la que está construido hasta los personajes: Como la atormentada Tina, que parece al principio la protagonista para luego morir (Wes Craven se marca un Psicosis), y la gran Nancy Thomson: Un personaje nacido para romper todos los esquemas de la víctima desvalida, una guerrera que se enfrenta a sus miedos, que viaja a lo más profundo de sus pesadillas para vencer al hombre del saco de una forma casi de cuento de hadas... Que puedo decir, yo estoy enamorado de Heather Langenkamp, una Sarah Connor o Ellen Ripley de primera generación.

"1, 2, Freddy's coming for you"

Es una película perfecta, impresionante... La escena de Tina me sigue impactando incluso hoy en día, y me sigue pareciendo la mejor muerte que jamás he visto en una película de terror (y eso que la censuraron), ni siquiera en su nefasto remake la han podido superar. La muerte de Glen (Johnny Deep saliendo del cascarón), la bañera, la canción de Freddy (en versión original por supuesto)... ¡Todo!

Al margen de que sea mi favorita, considero a Pesadilla en Elm Street la película de terror más completa que jamás se ha hecho. Pensad en ella fríamente, lo tiene absolutamente todo: Una historia escalofriante marcada por una tragedia sucedida en el pasado, magníficos personajes, tiene suspense, escenas escalofriantes, gore, sustos, buenos efectos especiales, una banda sonora que pone los pelos de punta y el villano más carismático y terrorífico posible.

Wes Craven jamás ha estado tan inspirado, esta es su magnum opus, una película de terror imprescindible, imperdible en todos los sentidos, un clásico con todas las letras. La he visto como 100 veces y la volveré a ver 100 veces más. ¡Feliz Cumpleaños Freddy!


Valoración:
Atemporal 

La Saga:


viernes, 31 de octubre de 2014

Halloween II

Tengo que admitirlo, la saga de Halloween es una de mis favoritas, y cada año cuando se acercan estas fechas la veo religiosamente. No hace falta decir que La Noche de Halloween (John Carpenter, 1978) es una película fundamental para el cine de terror, no me canso nunca de ponerla como ejemplo en muchas de mis entradas.

Así que siendo tan purista, y fan del Michael Myers de toda la vida, os podéis imaginar mi opinión sobre Halloween II (Rob Zombie, 2009), una secuela directa del remake de 2007, que ha divido a los fans del niño con "los ojos del diablo", por pasarse por el forro (ya definitivamente) todo lo que John Carpenter construyó en el Halloween original. Pero aunque parezca increíble amigos, esta vez estoy en el bando de los "progres".

Vale, no hay nadie que respete más que yo la idea de lo que significa Michael Myers, una representación del mal en sí mismo, un ser que nos asusta por un motivo: que él carece de motivos para matar.

Si leéis mi entrada de hace un año Halloween - Original vs. Reamake, comprobaréis que aplaudo la primera mitad del film de Zombie, en la que nos introduce su Michael Myers atormentado, pero después señalo como error el que nos haga empatizar con el antaño inquietante asesino. La verdad es que me contradigo un poco, pero el problema está en que Zombie, tal vez por respetar el clásico de Carpenter o por la presión de los productores para que lo respete, no es consecuente con sus ideas y no las explota. Al final lo que nos queda un slasher prometedor que se queda al nivel de cualquier secuela del montón.

Para la secuela Rob Zombie puso una condición: Total libertad creativa. Deseo concedido, y el resultado es la verdadera visión que tiene sobre Michael Myers, para bien o para mal. No solo es consecuente con las ideas que propuso en la primera parte, las lleva más allá, y se venga de todos los que le criticamos por ese contenido remake. Primero demostrando que es capaz de hacer una revisión de un clásico poniendo toda su personalidad en los primeros 20 minutos que homenajean a la secuela de la original: ¡Sanguinario! (Rick Rosenthal, 1981), una introducción brutal, que solo se queda en un sueño de la protagonista ¿Que os pensabais? ¡Que esto no es un remake joder!

La gran novedad, y lo que diferencia a esta película con cualquier entrega de Halloween son las visiones de Michael Myers... Su madre, en una mezcla inquietante y angelical, se aparece ante él, con un caballo blanco, y le dice lo que tiene que hacer para "reunir" de nuevo a su familia. Esto no ha gustado a muchos fans (y espectadores casuales), yo creo que porque es más tentador un asesino vengativo (como se nos hace creer en la película anterior) que un simple loco. Sin embargo para mí es más interesante la locura, y entrar por primera vez en la mente del mítico Michael Myers.
Algo curioso de todo esto es que siempre se ha considerado a Jason de Viernes 13 un clon de Michael Myers, y ahora es Myers el que asesina influenciado por su madre como hace el asesino de Crystal Lake (Ya hablamos de otros puntos en común que tienen estas sagas en las entradas de "Herederos del Mal")


Rob Zombie se permite el lujo, no solo de cambiar la razón de ser de Myers, Lorie Strode deja de ser una alegre y virginal colegiala para ser una chica heavy y rebelde. Annie ya no es la chica divertida y promiscua del anterior film y se la ve mucho más asentada y madura. Y sobre todo, y esto reconozco que no me ha gustado, el Doctor Loomis ya no es el Van Helsing capaz de perseguir al monstruo hasta el mismo infierno con tal de proteger al mundo del mal. Esta vez es un hombre ambicioso al que solo le interesa lucrarse con la tragedia, sin importarle las víctimas o la posibilidad de Michael Myers ande suelto.
El cambio de registro no es un problema, y el reparto de nuevo con Scout Taylor-Compton, Danielle Harris (que iguala a Jamie Lee Curtis en películas de Halloween), Malcolm McDowell y Brad Dourif vuelven a estar a la altura, aunque se echa en falta al Michael niño del film anterior.

La película no sería lo que es sin la fortísima personalidad de su director, lejos ya de homenajear a Carpenter (casi ni utiliza la música de Halloween), Zombie nos regala escenas para grabar en la retina, llenas de violencia, sucias y espectaculares. Me encanta como se cruzan las escenas del antes y el después cuando Lorie descubre su casa destrozada. Y el plano final, que no reveleré cual es, pero que rompe la cuarta pared de esa forma que solo el cine de terror le puede dar sentido.

Sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero yo aplaudo la valentía cuando las cosas se hacen bién. El director es fiel a sí mismo y nos da una de las mejores películas de Halloween, muy superior a la mayoría de entregas de la saga, y lo digo con la boca llena: muy superior a Halloween: El Origen (Rob Zombie, 2007). Este sí que es el Michael Myers de Rob Zombie.

Valoración:
Muy Buena

lunes, 20 de octubre de 2014

La Tutora

No Una niñera secuestra bebés para sacrificarlos en el bosque y ofrecerlos a un viejo árbol que se alimenta de su sangre... Sin duda un argumento que pone los pelos de punta ¿No creéis? ¿Y sí os dijera que se encarga de ella el director de El Exorcista (Willam Friedkin, 1973)? Pues con eso y unos buenos efectos especiales La Tutora (William Freidkin, 1990) es una película que tiene todos los ingredientes para ser una de las grandes, pero por desgracia se queda a medio camino, una pena.

La Tutora es una película muy recordada en la infancia de los que crecimos en los 90. Sus emisiones en TVE, y los spots de aquel espacio llamado "la película de la semana" nos han dejado imágenes grabadas en la retina (¡Ayyy pajilleros!). Algo lógico, pues es una película visualmente poderosa y efectista, tienes escenas muy buenas, en las que vemos verdaderamente el trazado del que dirigió la más grande de las películas de terror.

Pero la verdad, los que la recordáis con cierto respeto, como me pasaba a mí, no os recomiendo volverla a ver, porque la película no es tan buena viéndola con los ojos de un adulto ¿En qué falla? No sé decirlo muy bien, pero después de verla queda la sensación de que la película no llena lo suficiente. No se saca bastante provecho de la historia, los personajes que rodean a Camilla, la malvada niñera, son planos e inútiles (especialmente la madre). Y no se profundiza en algunas subtramas, como la atracción sexual que siente el padre hacia la niñera, que se nos presenta pero se queda a medias sin llegar a ninguna parte.


Es curioso que Sam Raimi estuviera cerca de dirigirla, porque la película tiene algunas escenas que recuerdan a la mítica saga de Evil Dead, desde ataques del propio bosque a sangrientos rugidos de sierra mecánica. Siempre quedará la duda de cómo habría sido el film con su visión, porque parece mentira que un director oscarizado como Friedkin sea incapaz de dar sentido a las escenas más cotidianas, con una puesta en escena más propia de un telefilm de sobremesa que de una trama sobrenatural con tanto potencial. Porque mientras las escenas más fantasiosas están cuidadas al detalle, las que llevan el peso de la trama parecen hechas sin ganas, y eso incluye también a las flojas interpretaciones, incapaces de hacernos empatizar con los personajes, de las que sólo se salva la sensual Jenny Seagrove en el papel de Camilla.

No es para nada una mala película, yo diría que es una película a medias, o descompensada... Por suerte dos años después se sacaría el jugo de verdad a las niñeras malvadas con la fantástica La Mano que Mece la Cuna (Curtis Hanson, 1992), que elimina los elementos fantásticos (que son lo único que funciona en La Tutora) para ofrecer un gran thriller.

Valoración:
Aceptable

miércoles, 15 de octubre de 2014

Annabelle

Seguramente la película de terror más esperada de este 2014, un año algo flojo para el género, Annabelle (John R. Lonetti, 2014) ha llegado con altas expectativas por ser el primer Spin-off de The Conjuring (James Wan, 2013), esa típica, pero efectiva, película de fantasmas que una campaña de marketing brutal se empeñó en convertir en un clásico instantáneo (creo que al final, merecidamente).

A Annabelle la conocimos en la película del ya aclamado James Wan, solo aparece unos minutos, pero lo suficiente para despertar nuestro interés y nuestro "canguelo" a partes iguales... Lo de incluir el caso de la muñeca en The Conjuring, es otra muestra más de lo que le ponen a James Wan los muñecos aterradores. El muñeco Billy de Saw (James Wan, 2004), que ya es todo un icono del cine de terror, fue la primera muestra de ello; pero luego trató el tema a fondo en la interesante Silencio desde el Mal (James Wan, 2007). 

Para Annabelle, Wan le ha cedido la silla de director al responsable de la dirección de fotografía de muchas de sus películas... Y fijaos cómo son las cosas que indagando en imdb, he visto que una de las primeras películas del tipo como director de fotografía es Muñeco Diabólico 3 (Jack Bender, 1991), así que el tema de los muñecos en el terror no le pilla de sorpresa.

Pero Annabelle no es realmente una película de muñecos asesinos como Muñeco Diabólico (Tom Holland, 1988) o Puppet Master (Charles Band, 1989), ni tampoco típica de fantasmas como su predecesora. Annabelle es una historia demoníaca, que además recuerda mucho, pero muchísimo, a La Semilla del Diablo (Roman Polanski, 1968).


Comparándola con The Conjuring, Annabelle nos cuenta una historia más original, creo no es la verdadera historia de Annabelle, o por lo menos no lo que yo había leído de los Warren (menudo tufo a secuela que tiene esto), pero la trama es cuanto menos interesante y entretenida de principio a fin. Sin embargo, aunque The Conjuring sea más típica también es más sorprendente. Annabelle se pierde en sustos fáciles y previsibles, muchos de ellos provocados simplemente por golpes de sonido... Eso sí, cuando el film "regala" sustos sorprendentes de verdad, son de los que te acuerdas.

También tiene algún fallo de guión, concretamente que en un principio la mujer protagonista está cagada con los fenómenos paranormales que ocurren a su alrededor, y el marido no la cree (algo más visto que el tebeo en este tipo de películas)... Pero después, de buenas a primeras, así porque sí, el tío la apoya como si nada. No sabemos si es que le ha amenazado con un mes sin sexo, pero da la sensación de que falta alguna escena que nos explique por qué el marido ha cambiado de parecer.

A la izquierda, la verdadera Annabelle

Es de agradecer lo sugerente que es la película, y como es capaz de aterrorizar simplemente mostrando a la muñeca en plano sin que haga un solo movimiento. Pero también nos toman un poco a los espectadores por tontos: Empezando por los absurdos comentarios de algunos personajes de: "¡Que muñeca tan bonita". No me jodas, que no estamos ciegos, la muñeca es más fea que un pie sin uñas; por eso da miedo. Y por cierto, estad atentos porque la verdadera muñeca Annabelle (con el diseño real, la de trapo) aparece al fondo de la tienda de juguetes, y también a la fachada en la que podemos leer un cartel que pone "Barclay", yo me lo tomo como una referencia a Andy Barclay, protagonista de la trilogía original de Chucky.

En fin, a pesar de sus defectos, creo que pesan más sus virtudes, y Annabelle es una película muy recomendable. No es ni de lejos tan buena como The Conjuring, pero está dentro de la calidad media de películas de terror con muñecos y películas de demonios.

Valoración:
Buena

martes, 23 de septiembre de 2014

Pesadilla en Elm Street 2: La Venganza de Freddy

Recuerdo como me aterraba cuando era pequeño el cartel que veis a la derecha...
¿Os acordáis de los videoclub Blockbuster? Pues había uno en mi barrio, y yo era un chaval que asomaba tímidamente la cabeza a la sección de cine de terror, y la caratula de Pesadilla en Elm Street 2: La Venganza de Freddy (Jack Sholder, 1985)... ¡Me acojonaba!
Es más, recuerdo que mis padres la llegaron a alquilar y yo vi algún trozo escondido detrás del sofá... Lo primero que vi de Freddy en mi vida fue la escena del autobús, recuerdo como mi padre gritó "¡Es él!" cuando se ve la garra del bueno de Fred cambiando de marcha en la palanca del autobús. Sin duda es una de las más míticas escenas de la saga.
Unos años después la alquilé yo mismo, fue la primera película de Freddy que vi, y siendo la película en la que posiblemente menos veamos al "hombre de los sueños" en pantalla fue suficiente para hacerme fan de él... Luego la conseguí grabar de tv, y la vi cientos de veces junto a Pesadilla 6 (eran las dos únicas pelis de la saga que tenía al principio), y me encantaba... Y escribiendo esto, me estoy dando cuenta que me hice fan de Freddy con dos de sus películas menos buenas... ¡Imaginaos cuando vi la primera!
Y he dicho menos buenas, porque ninguna película de Freddy Krueger me parece mala (bueno, el remake es una aberración), si las comparamos con algunas secuelas de Halloween o Viernes 13 por ejemplo.

Pesadilla 2 tiene unos planteamientos muy diferentes a los de primera parte, y a los de cualquier otra película de la saga. Si Freddy Krueger ha marcado la diferencia, aparte de por su carisma, es también por su original forma de matar: Si sueñas con él, y te mata en el sueño, morirás en el mundo real. Pero en esta segunda parte, Freddy utiliza los sueños para poseer a Jessie, nuestro protagonista, y llegar a través de él al mundo real.

Como veis la saga sigue ofreciendo originalidad al género slasher, que además se desmarca de otros grandes tópicos. Acostumbrados a las "Scream Queens" como Jamie Lee Curtis en Halloween (John Carpenter, 1978), esta vez la victima principal es un chico (que grita como una chica eso sí) que al contrario que en casi todas las películas de Freddy no tendrá el valor de enfrentarse él... Es más, lo curioso es que la que plantará cara a Freddy en esta segunda parte es la "novia" de Jessie.


"Tu tienes el cuerpo, y yo tengo el cerebro"

Pero el arriesgado cambio de rumbo la ha llevado a ser tachada por muchos como la peor de la saga. Para mí sin embargo es una de las más interesantes, porque careciendo de la esencia de Freddy que si tienen el resto de películas, comparte el tono serio de las entregas dirigidas por Wes Craven y profundiza más que ninguna en el terror psicológico.

También es verdad que Pesadilla 2 es un film que podía haber dado mucho más de sí, pero está lleno de altibajos. Hay demasiada separación entre las escenas más poderosas, y la película en ocasiones se torna algo lenta... Eso se suma a las escasas apariciones de Freddy y la película se queda algo floja. Una pena, porque tiene escenas para el recuerdo, además de la magnífica banda sonora compuesta por Christopher Young que pone los pelos de punta.

La película también guarda otros secretos curiosos que no se ven a simple vista. Y es que Pesadilla 2 se ha convertido en una especie de película de "culto gay". El guion guarda diálogos y situaciones con tintes homosexuales que le dan otra interpretación a la trama, en la que lo que realmente quiere el bueno de Jessie es "salir del armario". Mira que la había visto veces, pero hasta que no lo leí no me di cuenta, si hasta en los decorados hay penes de adorno... Sin duda es otro contexto interesante y divertido.

A mí es una secuela que me gusta mucho, es oscura, tétrica y diferente. Pero entiendo perfectamente el desprecio que muchos la tienen, y desde luego coincido en que no es la continuación que se merecía la original (Por suerte con Pesadilla 3 dieron en el clavo). Siempre he pensado que se podía haber hecho perfectamente sin el personaje de Freddy, como una película que no tenga nada que ver con la saga, quizás con otro asesino. Desde luego está por debajo de la mayoría de pelis de Pesadilla, pero tampoco es de de las peores como muchos dicen.


Aceptable

La Saga:


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Muñeco Diabólico

Hace justo un año empezó la andadura de este blog, y la verdad es que no me puedo quejar, porque sin ser muy activo, me lee más gente de la que me podría imaginar. Así que lo único que puedo hacer es dar las gracias a todos y cada uno de los que entráis aquí. De verdad, gracias, mola ver que lo escribes en una habitación le interesa a la gente. Este humilde blog ya es parte de mi vida y se ha convertido en el sitio ideal para hablar de lo que más me gusta con total libertad: el cine de terror.

La primera película de la que hablé hace 12 meses, es la misma me aficionó al cine de terror con tan sólo 7 años: Muñeco Diabólico 2 (John Lafia, 1990), un film que me atrapó, pasé de temerla a adorarla, y es una de mis películas favoritas. Pero soy consciente, de que no es ni mucho menos la mejor película de terror del mundo. Es una película muy entretenida y divertida; la más completa y equilibrada de Chucky (en relación humor negro-terror) y la que mejor le define como icono del terror. Pero en la saga, el verdadero clásico, y la más interesante como film de terror sin duda es la original: Muñeco Diabólico (Tom Holland, 1988).

Estamos en 1988 (el año en que nació un servidor) y los iconos del terror tocaron el techo de su época dorada. Ese mismo año salieron algunas de las mejores y más espectaculares entregas de Halloween (la cuarta), Viernes 13 (la séptima) y Pesadilla en Elm Street (la cuarta). Después de esas películas nada volvería a ser lo mismo ni para Michael Myers, ni para Jason, ni para Freddy. Así que Chucky llegó en un buen momento para el slasher y se podría decir que fue un soplo de aire fresco a unos personajes que empezaban a desgastarse.

Pero el guión de la primera película de Chucky guarda más complejidad que casi cualquier slasher de la época. Mientras el resto simplemente se dedicaban a dar puñaladas, Muñeco Diabólico nos trae un thriller lleno de suspense y terror, en el que un asesino burla a la muerte, y al policía que le persigue, transfiriendo su alma a un muñeco que acabará en manos de un niño de 6 años... 

La verdad es que la traducción al español del título es una jodienda, el original Child's Play (Juego de Niños) representa mucho mejor el conflicto que plantea la trama. Si os fijáis ni si quiera vemos claramente a Chucky en el cartel original, se distinguen sus ojos de fondo pero vete tú a saber que eso es un muñeco asesino; porque el film juega con la duda de que el niño pueda ser el causante de los crímenes.

"Seré tu amigo hasta el final"

Las grades películas de terror son aquellas que sugieren más de lo que muestran. En los primeros asesinatos de Chucky prácticamente lo vemos todo a través de sus ojos... En ningún momento se nos muestra la cara o el cuerpo; a lo mejor le vemos una mano, una sombra pasando de lejos... Algo que a mí me recuerda (salvando mucho las distancias) a Tiburón (Steven Spielberg, 1975), donde casi no se ve al bicho hasta bien avanzado el metraje.

La película es interesante, sobre todo por la cantidad conflictos de los personajes: El niño intentando que le crean, el policía que quiere resolver los crímenes, la madre buscando la verdad para entender a su hijo y el muñeco dispuesto a vengarse de los que le condenaron y finalmente buscando apoderarse del cuerpo de Andy.

Pues con todo eso, una atmósfera oscura, buenas interpretaciones (incluyendo a Brad Dourif que es a Chucky lo que Robert Englund es a Freddy) un ritmo inquietante y unos efectos especiales muy buenos para la época (os recomiendo el making off que está en youtube, pero incomprensiblemente no en el DVD), Muñeco Diabólico es un superclásico, causante de las pesadillas de millones de niños... Y es que Chucky es mucho Chucky, su carisma y humor negro ya empiezan a asomar (aunque termina de cuajar en la segunda parte) y su caracterización es espectacular, cada vez parece más humano y terrorífico...

Los muñecos asesinos existen en el cine desde mucho antes, pero sin duda esta es la película más representativa de este tema. No es una obra maestra, pero es una película de terror fantástica e imprescindible para los que nos gusta este género. La más seria y terrorífica película de Chucky ¿Pero que os voy a contar yo que soy fan declarado del muñeco cabrón? No es mi favorita de él, pero sí que es la segunda que más me gusta.


Valoración:
Muy Buena

La Saga:

jueves, 11 de septiembre de 2014

Líbranos del Mal

Se esperaba mucho de Líbranos del Mal (Scott Derrickson, 2014), primero porque su director es especialista en cine de terror, su anterior film es la exitosa Sinister (Scott Derrikson, 2012). Y segundo porque además trata el tema de las posesiones demoníacas, terreno donde todo parece basura al lado de El Exorcista (William Friedkin, 1973), pero en el que Derrikson fue capaz de salir con dignidad gracias a, la cuanto menos interesante, El Exorcismo de Emily Rose (Scott Derrickson, 2005). Así que como la jugada no le salió del todo mal aquella vez ¿Por qué no intentarlo otra vez?

Libranos del Mal podría decirse que es un intento de innovación, de nuevo Derrickson sabe desmarcarse de las típicas películas de posesiones, cosa que se agradece. Sí El Exorcismo de Emily Rose lo enfocaba desde el thriller judicial, en Libranos del Mal lo sobrenatural se mezcla con un thriller policíaco al más puro estilo Seven (David Fincher, 1995).

Pero esto no es Seven por más que lo pretenda, y la mezcla de géneros no termina de funcionar. Mientras algunas escenas de terror son bastante efectistas, la parte más thriller lleva el peso una historia, que sin ser mala, no engancha lo suficiente. Hasta que no se profundiza en la relación entre el policía protagonista y el sacerdote (un cura que fuma y bebe, una versión más dura del padre Karras) la película llega a aburrir... Es demasiado lenta y llena de diálogos típicos entre policías que dan la sensación que hemos escuchado cientos de veces. Además el drama familiar del policía está metido con calzador, posiblemente para dar sentido al climax final, y la verdad es que queda bastante forzado.


Y hablando del tramo final, que es lo mejor del metraje, no hay cosa más corta rollos que el personaje parecido al negro de Scary Movie diciendo "¿Pero qué coño?" mientras ve un exorcismo, más corta rollos incluso que poner una canción de The Doors (gran grupo por cierto) en medio de una escena de terror tan potente. 

La conclusión es que Libranos del Mal es un film lleno de altibajos, eclipsado por la sombra de la magnífica Seven, aunque se aleja lo suficiente de las películas como El Exorcista para hacer algo distinto dentro del tema de las posesiones. Una pena que la mayor parte del film no esté a la altura de su última media hora.

Valoración:
Aceptable

miércoles, 10 de septiembre de 2014

La Legión de los Hombres Sin Alma

Si puede correr no es un zombie... ¡Es un infectado! Señores gafapastas culturetas... ¡No tenéis ni puta idea! La discusión que divide a los frikis del mundo es tan absurda como errónea... Ni un infectado es un zombie, ni lo que llamamos zombie realmente lo es (y he dicho "llamamos" porque soy el primero que lo hace).

Como a todos los que nos empieza a gustar el cine de terror, yo también pensaba hace años que el padre y creador de los zombies era el señor George A. Romero, con su magistral La Noche de los Muertos Vivientes (George A. Romero, 1968), una película tan grande que parece la madre ese subgénero que parece vivir una nueva edad de oro en nuestros días. Por supuesto que la película de Romero es el referente absoluto y la que más ha influenciado en esta temática. Pero ahora leamos el título: La Noche de los Muertos Vivientes ¿La noche de qué? De los "Muertos Vivientes" y ahora echad un vistazo al título original de La Legión de los Hombres Sin Alma (Victor Halperin, 1932) film del que vamos a hablar, joder, no lo busquéis ya os lo digo yo: "White Zombie"... Vale, no hay que ir Harvard para saber cuál fue la primera película de zombies de la historia, pero amigos... La Noche de los Muertos Vivientes ni si quiera es una verdadera película de zombies, ni esa ni la mayoría de films que se han hecho después, y han bebido tanto de ella. Los verdaderos zombies, los que existieron en las leyendas haitianas, son los de White Zombie. De hecho Romero no pretendía crear un film de zombies, no les llaman así en ningún momento de la película, él se basó la novela de Richard Matheson Soy Leyenda para crear su película, y en Soy Leyenda lo que hay es algo parecido a los vampiros... Así que lo de Romero no son zombies, son muertos vivientes, ese nombre se lo agenciaron después ¿Y sabéis qué? Que yo los voy a llamar zombies siempre, aunque en el fondo sepa cuáles son los verdaderos.

¿Y en que se diferencian los zombies verdaderos de los muertos vivientes? Pues aunque parezca increíble, por primera vez el título traducido al español no puede ser más acertado, lo de "hombres sin alma" define perfectamente lo que es un zombie, término que se utiliza desde el principio del film, porque realmente son como robots que ni sienten ni piensan. Aquí no hay un virus contagioso que ha convertido los cadáveres en devoradores de carne humana, lo que tenemos son muertos resucitados mediante magia negra para ser manejados a voluntad por los seres humanos... Se les puede utilizar para tener gratis trabajadores explotados que no se quejen (más o menos lo que pasa ahora en España) o para hacer maldades.


La trama gira en torno a una mujer que se va a casar con el hombre que ama, rechazando a otro tipo que está loco por ella. Pero el tipo resentido no acepta ver a la chica de sus sueños en brazos de otro hombre... Así que le pide ayuda a un hechicero que le propone "matarla" y después convertirla en zombie. Hay que ver lo que tiene que hacer un hombre para que las mujeres le hagan caso.

El mítico Bela Lugosi es el hechicero encargado de "crear" y "manejar" a los zombies... Y no hay duda de que el film no sería lo mismo sin él, majestuoso cada vez que aparece en pantalla con esa mirada asesina, de la cual se abusa a más no poder, pero que no nos cansamos nunca de ver.

La película tiene algunos fallos de montaje que saltan de vez en cuando, y como muchos films de la época, tiene el defecto de ser un poco teatral en su puesta en escena. Pero la trama engancha, los primeros (y auténticos) zombies de la historia son bastante inquietantes, y encima está el genuino Conde Drácula, Bela Lugosi en su mejor momento. Así que  para los fans del cine de terror más clásico merece la pena verla, de hecho podría pasar perfectamente por uno de los films de los monstruos de la Universal.

Valoración:
Buena

martes, 9 de septiembre de 2014

La Mano que Mece la Cuna

Parece que me estoy aficionando al thrilleeeeeeeeer (Espero que lo hayas leído cantando Michael Jackson), y qué mejor que hablar de uno de principios de los 90, una de las épocas doradas de este género con películas tan inolvidables como El Cabo del Miedo (Martin Scorsese, 1991) (que sea un remake y yo lo ponga de ejemplo ya dice mucho de ella) y El Silencio de los Corderos (Jonathan Demme, 1991). Pero si hablamos de niñeras malvadas, seguramente la película por excelencia es La Mano que Mece la Cuna (Curtis Hanson, 1992).

La antagonista es la verdadera protagonista del film, Peyton, que consigue ser contratada como niñera de la familia que quiere destruir, dispuesta a vengarse por haber provocado (accidentalmente) el suicidio de su marido y la pérdida de su hijo... Pero el conflicto cambiará y Peyton se dará cuenta de que lo que realmente quiere es ocupar el lugar de la madre en la familia... El sentimiento de venganza pasa a ser envidia, y hará lo que sea por conseguirlo, desde irradiar erotismo para conquistar al padre, hasta quitarse de en medio a los que se interpongan en su camino.

Pocos defectos se le pueden sacar a una película que es sencilla pero prácticamente impecable. El film atrapa casi desde el principio con un guión sólido lleno de tensión y grandes personajes principales y secundarios, uno de ellos interpretado por la entonces desconocida Juliane Moore, pero destacando al entrañable Solomon encarnado por, el Cazafantasma, Ernie Hudson. Aunque no me puedo dejar sin mencionar a Rebecca de Mornay en el papel de Peyton, simplemente extraordinaria.



Sí que es cierto que la película es bastante simple en su realización, tanto que tiene un cierto aire a telefilm ¿Y qué? Se utiliza mucho la palabra "telefilm" en tono despectivo, cuando hay muchas pelis así que por lo menos saben entretener más que algunas que se estrenan en cine. El problema de La Mano que Mece la Cuna son sus escenarios tan blancos y su fotografía fría y pálida, que vemos en muchos thrillers para TV. Seguramente le habría sentado mejor una atmósfera más oscura, pero bueno es una cuestión de gustos, y si estáis en este blog ya os imagináis mis aterradoras preferencias. Echando un ojo en el equipo que ha participado en el film, he visto que el director artístico, Mark Zuelzke, ha trabajado mucho para TV (aunque también ha estado en algunas superproducciones),  eso podría explicar un poco la estética televisiva del film... 

Pero vamos, si pensáis que esto es una película para TV de esas de los sábados por la tarde, estáis muy equivocados. Está llena de suspense y  es entretenida de principio a fin, de esas películas que mientras ves te preguntas constantemente hasta dónde puede llegar. Un thriller de los pies a la cabeza, de los más conocidos de su época y por derecho propio.

Valoración:
Muy Buena

viernes, 5 de septiembre de 2014

La Huérfana

"¡Que hija de puta!" estoy seguro de que es la frase que más repiten, en voz alta o en sus pensamientos, los que ven esta película. Otra vez un niño para ponernos los pelos de punta, en este caso una niña. Una niña que un matrimonio adopta desconociendo que esconde algo ¡Maligno! 

Ya hay muchos antecedentes en el cine de terror de lo que los niños son capaces de hacer: Desde las icónicas El Pueblo de los Malditos (Wolf Rilla, 1960) y La Profecía (Richard Donner, 1976) hasta pequeñas joyas algo menos conocidas como ¿Quién Puede Matar a un Niño? (Narciso Ibañez Serrador, 1976) y El Otro (Robert Mulligan, 1972). Pero a mí, La Huerfana (Jaume Collet-Serra, 2009) me trae a la mente un film del que tengo muy buen recuerdo: El Buen Hijo (Josheph Ruben, 1993), posiblemente la película en la que la estrella infantil Macaulay Culkin más se ha lucido como actor. Las dos películas se parecen mucho, tanto en el estilo como en la trama en la que los niños buenos encubren a los niños malos y esa atmósfera fría y distante en un ambiente nevado. Sin embargo, La Huerfana es mejor película porque tiene, simplemente, un desenlace brutal... Que muchos consideran previsible, pero a mí, por suerte, sí que me sorprendió. Podéis leer tranquilos que no lo voy a revelar.

El film se mueve de manera inteligente entre el terror psicológico y el thriller, de hecho recuerda también en algunas cosas a La Mano que Mece la Cuna (Curtis Hanson, 1992). Para manejar tantos registros a la vez, el guion tiene que ser sólido, así que la película para presentarnos bien las tramas tarda un poco en arrancar... No es un problema, porque la trama va en crescendo, y casi sin darnos cuenta la tensión estará servida.

El personaje de Esther se nos presentará al principio como alguien amable y adorable, y como espectadores intentaremos entenderla... Es curioso cómo va cambiando nuestra forma de ver a la niña según va avanzando la trama, y lo cierto es que la madre adoptiva es un reflejo de esas sensaciones. 



El reparto en general está fantástico, destacando especialmente a la pequeña Aryana Engineer, que siendo muda en la vida real, y con esa edad, ya quisiera yo ver a muchos actores con su talento. Y por supuesto a Isabelle Fuhrman en el papel de la huérfana, que para mí se ha ganado figurar entre los míticos niños del cine de terror como Damien de La Profecía.

Poco que reprochar y mucho que recomendar, una película un pelin lenta (que no aburrida), pero que sabe recompensar la paciencia. Además yo pensaba que conociendo el film no aguantaría bien un segundo visionado, pero volviéndola a ver, se ven cosas que la primera vez se nos escapan.


Valoración:
Muy Buena

jueves, 4 de septiembre de 2014

Memorias de un Zombie Adolescente

Hay personas que tienen auténtico pánico a las películas de terror... Todos conocemos a alguien así: incapaz de ponerse frente a la pantalla sin un cojín en su cara, o suplicando que cambies de canal con solo leer el título. Amigos, os tengo que confesar que a mí me pasa lo mismo... Pero con las comedias románticas. 
Enserio, es que todas son iguales: chico conoce a chica, chico hace todo lo posible por conquistar a la chica, chico y chica son muy felices, algo pasa y el chico la caga de alguna forma para romper la relación, todo parece que se acaba pero no, porque el chico hará algo impresionante (si va con un ramo de flores mejor) para recuperar a la chica y... ¡Juntos para siempre! Puaaaj!!

Cuando me enteré que estaban preparando Memorias de un Zombie Adolescente (Jonathan Levine, 2013), puse el grito en el cielo ¡¡¿Crepúsculo con Zombies?!! Después de los vampiros que brillan en el sol, ahora vienen los zombies con sentimientos, ya no respetan nada... Luego se estrenó y me enteré que era más bien una comedia, pero las películas rollo Scary Movie hace tantos años que me dejaron de hacer gracia que la volví a menospreciar. 
No podía estar más equivocado, y después de verla, tengo que admitir que me ha gustado. Y lo mejor es que, sin darme cuenta, lo que he visto finalmente es: ¡Una comedia romántica! No, si al final voy a tener mi corazoncito.

No hay que ser un lince para darse cuenta que Memorias de un Zombie Adolescente no es la típica comedia romántica, yo desde luego no me imagino a Julia Roberts o Sandra Bullock enamorándose de un Zombie, pero además no tiene la estructura que se repiten siempre en las pelis de este tipo ¡Gracias al cielo!

La película es entretenida y ya desde que empieza te saca una sonrisa de simpatía, porque no sólo nos cuenta una buena historia con partes divertidas, por primera vez somos testigos de cómo "piensa" y "siente" un muerto viviente a través de la voz en off del protagonista, un narrador subjetivo de lujo.



Pero un momento, sí ya estamos siendo testigos de los pensamientos y sentimientos de un zombie... Cuando de toda la vida los zombies han sido seres sin alma, que no razonan y sólo les mueve la necesidad de alimentarse de carne humana... Se están pasando por el forro todo lo que significa ser un muerto viviente. Joder, si los más frikis debaten si un zombie porque sea capaz de correr debería dejar de ser considerado como tal... ¿Qué pasa con el de esta peli, que incluso es capaz de hablar?

Podemos decir que el film hace lo mismo que Crepúsculo, una saga que ha destrozado toda la mitología vampírica ¿Por qué no se la critíca igual? Porque el fin justifica los medios... No es lo mismo saltarse las reglas para que todos nos riamos, que saltárselas para que a unas cuantas adolescentes se le mojen las bragas. Por eso la saga Crepúsculo es una basura, y Memorias de un Zombie Adolescente es una película simpática.

En resumen, una película entretenida de principio a fin. Me atrevo a decir incluso, que  es aún más divertida para los que nos gustan las pelis de zombies. Pero eso sí, si os la tomáis muy enserio no la disfrutareis.


Valoración:
Aceptable

lunes, 1 de septiembre de 2014

El Ente

"Basada en hechos reales" la frase más utilizada en las películas de Antena 3 de los sábados por la tarde, historias casi siempre realistas y creíbles. El Ente (1982, Sidney J. Furie) también está "basada en hechos reales", pero la historia que nos cuenta es tan insólita y original que parece casi imposible que la realidad supere a la ficción.

El caso de Doris Bither, la genuina Carla Morán, fue estudiado y documentado en su día, y es uno de los fenómenos paranormales más famosos que existen. Básicamente hablamos de una mujer que por las noches era presuntamente (que periodístico queda decir eso) "visitada" por un espíritu que abusaba sexualmente de ella. Si indagáis por la red podréis encontrar más información del tema. Yo no sé hasta qué punto se parecen ficción y realidad... Pero la película es genial.

El Ente es un mayúsculo film de terror. Aún a día de hoy es impactante, atrevida, tensa y original. No existen muchas películas que traten el "sexo paranormal", eso la hace única y diferente, pero además está impulsada por una dirección casi impecable.

La gran virtud de la película es que sin mostrar absolutamente nada es capaz de hacernos sentir la presencia del "ente" como si fuera un personaje más en la pantalla. La oscuridad de la fotografía, la forma en la que están montados los planos y las poderosas notas de la banda sonora nos hacen sentir la fuerza y la agresividad del personaje sin necesidad de verle. Pero no sólo eso, debe ser grandísima la dificultad de interactuar con ¿el aire?, se requiere un extra de imaginación, y hacerlo sin caer en el ridículo o la sobreactuación es aún más complicado... Por eso me quito el sombrero con la interpretación de Barbara Hershey, que es capaz de hacernos llegar el sufrimiento (o placer no deseado) de su personaje. Para la retina queda la escena en la que está completamente desnuda con el "Ente" tocándola mientras ella suplica ayuda: impresionante.



Otro gran acierto del film, y que marca la diferencia con la mayoría de películas de terror, es la capacidad de sorprender. Lo normal es que antes de cualquier susto se prepare al espectador creando cierta atmósfera de suspense, ya sabéis, lo típico de "no entres ahí". Pero en El Ente no se limitan simplemente a eso, y la película es capaz de pasar en un sólo segundo de la escena más cotidiana a la más violenta y aterradora... Nada de preliminares, cuando al fantasma le da el calentón va a machete: ¡Aquí te pillo, aquí te meto!

La película no se anda con rodeos ni para empezar, arranca rápido, y eso no está mal. El problema es mantener ese nivel durante las casi dos horas de metraje es muy difícil, y la verdad es que la película, a pesar de contar con grandes escenas, se hace un poco larga. Además las secuencias finalesno están a la altura del resto, cuando la película sugiere un poco menos y muestra un poco más (los rayitos azules entre otras cosas), pierde bastante fuerza, y tampoco me parece acertado el final. Son fallos que impiden que El Ente sea una película redonda, pero no por ello deja de ser muy buena.

El Ente es una más de esas películas que hacen a la década de los 80 la más grande para nuestro género. Es una película inolvidable, con un tono "realista" buscando respuestas al caso real, pero con poderosas escenas de terror de las buenas, de las que sugieren más de lo que muestran. Imprescindible clásico del terror paranormal.
Valoración:
Muy Buena

jueves, 28 de agosto de 2014

Tú Eres el Siguiente

Ya lo dije en mi crítica de Los Extraños (2008, Bryan Bertino): me parecen de mucho mérito esas películas que con poco presupuesto, y prácticamente en un solo escenario son capaces de mantener la tensión y entretener. Tu Eres el Siguiente (2011, Adam Wingard), es más ambiciosa y con una trama más compleja que aquella, pero también es peor película.

Básicamente nos cuenta como una familia es atacada por un grupo de asesinos enmascarados en su propia casa, argumento parecido a Los Extraños, solo que ellos tiran más de la filosofía del primer Halloween de John Carpenter, padre del slasher moderno, en que el asesino no tiene motivo aparente para matar. Tu Éres el Siguiente busca justificación (y más que creíble) a los brutales asesinatos que se comenten. Sin duda, es algo que le da atractivo a la película, que nos ofrece una trama compleja y con cosas por descubrir. Pero también pierde el halo de misterio que envuelve a los asesinos y los hace más aterradores.

Tú Eres el Siguiente tiene un buen guión, y huye, en cierto modo, de los tópicos repetidos hasta la saciedad en los slasher. Los personajes no son tan estúpidos, actúan de manera lógica y sorprendente, plantando cara a los asesinos. La película además tenía todos los ingredientes para convertirse en un slasher cuanto menos original, pero no lo consigue por pequeños fallos de un guion que es bueno pero no es inteligente... 


El problema está en el film se justifica demasiado a sí mismo, tanto que da demasiadas pistas del desenlace final, tantas, que antes de la mitad del metraje ya sabremos de que va el pastel y quienes son los responsables... Hasta el más inesperado de los implicados es deducible para cualquier espectador que piense un poco.

Como slasher poco que reprocharle, porque está por encima de la media, es entretenida y con muertes que harán las delicias de los que nos gusta el género aunque los asesinos no sean muy carismáticos (y yo no soy partidario de verles la cara). Película recomendable, pero para verla una vez y poco más.

Valoración:
Aceptable

miércoles, 27 de agosto de 2014

Pesadilla en Elm Street 3: Guerreros del Sueño

Dicen que rectificar es de sabios... La segunda parte nos podrá gustar más o menos, pero todos coincidimos en que ese no era camino que tenía que seguir Freddy Kruger. La productora New Line Cinema se dio cuenta, incluso viendo como la secuela del film que les salvó de la quiebra era más taquillera que la original. Así que para la tercera había que satisfacer al decepcionado público de la segunda... Se volvió a escuchar (parcialmente) a Wes Craven, padre de la criatura, al que despreciaron para hacer la anterior, y se diseñó una película más grande, más aventurera y un poco más comercial que las anteriores. Pero con la esencia del Fred Krueger original. El resultado es la que para muchos es la verdadera secuela de Pesadilla en Elm Street (Wes Craven, 1984), que junto con la cuarta entrega forma una trilogía perfecta: Pesadilla en Elm Street 3: Guerreros del Sueño (Chuck Russel, 1987).

Ya sé lo que estáis pensando, y sí, yo también lo creo, Pesadilla 3 es la mejor secuela de la saga, punto. ¿Por qué? Bueno, primero porque representa el equilibrio perfecto entre lo aterrador de la primera y la espectacularidad de la cuarta. Segundo porque aporta importantes datos del pasado de Krueger. Tercero por el regreso de la mítica Nancy Thompsom, kryptonita del hombre que murió de un picor de huevos (¿cuantas veces he contado ya ese chiste?). Y por un montón de cosas más pero sobretodo porque Freddy vuelve a ser Freddy: atacando primero la mente y luego el cuerpo, dentro del mundo de los sueños, para sembrar el terror en la realidad. Esa es la esencia de Fred Krueger, que Robert Englund engrandece haciendo el personaje definitivamente suyo.

Pero aunque Freddy sea la estrella, hay más rockeros en el escenario: Orquestados por Nancy, los "Dream Warriors" son enormes personajes, con más matices y mucho menos planos que la mayoría de los slasher de la época. Y es que a diferencia de esas películas, las "víctimas", no están hechas para morir sin antes plantar cara a sus miedos. Yo no tuve la suerte de crecer en los 80, pero creo que los personajes de Pesadilla en Elm Street, y muy especialmente los de esta tercera entrega, muestran como era la juventud de aquella época. Esa rebeldía y esas ganas de libertad para luchar contra todo, son los "guerreros del sueño"... No sé, igual tengo una idea equivocada, yo solo soy un niñato para los de esa generación, y ya os digo que yo no viví aquella época, pero sí que disfruto de su legado musical y cinematográfico.


Y que puedo decir de las muertes y los FX aparte de que son alucinantes y que la mayoría han envejecido a las mil maravillas. Casi tres décadas después siguen luciéndose ese gusano gigante y Freddy convirtiéndose en la tele. Y bueno, esa escena del títere humano sigue haciéndome retorcer en el asiento...

Siempre trato de decir algo malo en las críticas, pero de esta es que no se me ocurre nada, bueno sí SPOILER: ¿Por qué demonios se cargan a Nancy? FIN SPOILER. Quizás no es tan aterradora como la original, pero eso no la hace peor, sólo diferente. Es una de mis películas Top, obligatorio verla después de la primera parte, y la película ideal para aficionarte al legendario hombre de las garras.

Valoración:
Excelente


La Saga: