viernes, 31 de octubre de 2014

Halloween II

Tengo que admitirlo, la saga de Halloween es una de mis favoritas, y cada año cuando se acercan estas fechas la veo religiosamente. No hace falta decir que La Noche de Halloween (John Carpenter, 1978) es una película fundamental para el cine de terror, no me canso nunca de ponerla como ejemplo en muchas de mis entradas.

Así que siendo tan purista, y fan del Michael Myers de toda la vida, os podéis imaginar mi opinión sobre Halloween II (Rob Zombie, 2009), una secuela directa del remake de 2007, que ha divido a los fans del niño con "los ojos del diablo", por pasarse por el forro (ya definitivamente) todo lo que John Carpenter construyó en el Halloween original. Pero aunque parezca increíble amigos, esta vez estoy en el bando de los "progres".

Vale, no hay nadie que respete más que yo la idea de lo que significa Michael Myers, una representación del mal en sí mismo, un ser que nos asusta por un motivo: que él carece de motivos para matar.

Si leéis mi entrada de hace un año Halloween - Original vs. Reamake, comprobaréis que aplaudo la primera mitad del film de Zombie, en la que nos introduce su Michael Myers atormentado, pero después señalo como error el que nos haga empatizar con el antaño inquietante asesino. La verdad es que me contradigo un poco, pero el problema está en que Zombie, tal vez por respetar el clásico de Carpenter o por la presión de los productores para que lo respete, no es consecuente con sus ideas y no las explota. Al final lo que nos queda un slasher prometedor que se queda al nivel de cualquier secuela del montón.

Para la secuela Rob Zombie puso una condición: Total libertad creativa. Deseo concedido, y el resultado es la verdadera visión que tiene sobre Michael Myers, para bien o para mal. No solo es consecuente con las ideas que propuso en la primera parte, las lleva más allá, y se venga de todos los que le criticamos por ese contenido remake. Primero demostrando que es capaz de hacer una revisión de un clásico poniendo toda su personalidad en los primeros 20 minutos que homenajean a la secuela de la original: ¡Sanguinario! (Rick Rosenthal, 1981), una introducción brutal, que solo se queda en un sueño de la protagonista ¿Que os pensabais? ¡Que esto no es un remake joder!

La gran novedad, y lo que diferencia a esta película con cualquier entrega de Halloween son las visiones de Michael Myers... Su madre, en una mezcla inquietante y angelical, se aparece ante él, con un caballo blanco, y le dice lo que tiene que hacer para "reunir" de nuevo a su familia. Esto no ha gustado a muchos fans (y espectadores casuales), yo creo que porque es más tentador un asesino vengativo (como se nos hace creer en la película anterior) que un simple loco. Sin embargo para mí es más interesante la locura, y entrar por primera vez en la mente del mítico Michael Myers.
Algo curioso de todo esto es que siempre se ha considerado a Jason de Viernes 13 un clon de Michael Myers, y ahora es Myers el que asesina influenciado por su madre como hace el asesino de Crystal Lake (Ya hablamos de otros puntos en común que tienen estas sagas en las entradas de "Herederos del Mal")


Rob Zombie se permite el lujo, no solo de cambiar la razón de ser de Myers, Lorie Strode deja de ser una alegre y virginal colegiala para ser una chica heavy y rebelde. Annie ya no es la chica divertida y promiscua del anterior film y se la ve mucho más asentada y madura. Y sobre todo, y esto reconozco que no me ha gustado, el Doctor Loomis ya no es el Van Helsing capaz de perseguir al monstruo hasta el mismo infierno con tal de proteger al mundo del mal. Esta vez es un hombre ambicioso al que solo le interesa lucrarse con la tragedia, sin importarle las víctimas o la posibilidad de Michael Myers ande suelto.
El cambio de registro no es un problema, y el reparto de nuevo con Scout Taylor-Compton, Danielle Harris (que iguala a Jamie Lee Curtis en películas de Halloween), Malcolm McDowell y Brad Dourif vuelven a estar a la altura, aunque se echa en falta al Michael niño del film anterior.

La película no sería lo que es sin la fortísima personalidad de su director, lejos ya de homenajear a Carpenter (casi ni utiliza la música de Halloween), Zombie nos regala escenas para grabar en la retina, llenas de violencia, sucias y espectaculares. Me encanta como se cruzan las escenas del antes y el después cuando Lorie descubre su casa destrozada. Y el plano final, que no reveleré cual es, pero que rompe la cuarta pared de esa forma que solo el cine de terror le puede dar sentido.

Sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero yo aplaudo la valentía cuando las cosas se hacen bién. El director es fiel a sí mismo y nos da una de las mejores películas de Halloween, muy superior a la mayoría de entregas de la saga, y lo digo con la boca llena: muy superior a Halloween: El Origen (Rob Zombie, 2007). Este sí que es el Michael Myers de Rob Zombie.

Valoración:
Muy Buena

lunes, 20 de octubre de 2014

La Tutora

No Una niñera secuestra bebés para sacrificarlos en el bosque y ofrecerlos a un viejo árbol que se alimenta de su sangre... Sin duda un argumento que pone los pelos de punta ¿No creéis? ¿Y sí os dijera que se encarga de ella el director de El Exorcista (Willam Friedkin, 1973)? Pues con eso y unos buenos efectos especiales La Tutora (William Freidkin, 1990) es una película que tiene todos los ingredientes para ser una de las grandes, pero por desgracia se queda a medio camino, una pena.

La Tutora es una película muy recordada en la infancia de los que crecimos en los 90. Sus emisiones en TVE, y los spots de aquel espacio llamado "la película de la semana" nos han dejado imágenes grabadas en la retina (¡Ayyy pajilleros!). Algo lógico, pues es una película visualmente poderosa y efectista, tienes escenas muy buenas, en las que vemos verdaderamente el trazado del que dirigió la más grande de las películas de terror.

Pero la verdad, los que la recordáis con cierto respeto, como me pasaba a mí, no os recomiendo volverla a ver, porque la película no es tan buena viéndola con los ojos de un adulto ¿En qué falla? No sé decirlo muy bien, pero después de verla queda la sensación de que la película no llena lo suficiente. No se saca bastante provecho de la historia, los personajes que rodean a Camilla, la malvada niñera, son planos e inútiles (especialmente la madre). Y no se profundiza en algunas subtramas, como la atracción sexual que siente el padre hacia la niñera, que se nos presenta pero se queda a medias sin llegar a ninguna parte.


Es curioso que Sam Raimi estuviera cerca de dirigirla, porque la película tiene algunas escenas que recuerdan a la mítica saga de Evil Dead, desde ataques del propio bosque a sangrientos rugidos de sierra mecánica. Siempre quedará la duda de cómo habría sido el film con su visión, porque parece mentira que un director oscarizado como Friedkin sea incapaz de dar sentido a las escenas más cotidianas, con una puesta en escena más propia de un telefilm de sobremesa que de una trama sobrenatural con tanto potencial. Porque mientras las escenas más fantasiosas están cuidadas al detalle, las que llevan el peso de la trama parecen hechas sin ganas, y eso incluye también a las flojas interpretaciones, incapaces de hacernos empatizar con los personajes, de las que sólo se salva la sensual Jenny Seagrove en el papel de Camilla.

No es para nada una mala película, yo diría que es una película a medias, o descompensada... Por suerte dos años después se sacaría el jugo de verdad a las niñeras malvadas con la fantástica La Mano que Mece la Cuna (Curtis Hanson, 1992), que elimina los elementos fantásticos (que son lo único que funciona en La Tutora) para ofrecer un gran thriller.

Valoración:
Aceptable

miércoles, 15 de octubre de 2014

Annabelle

Seguramente la película de terror más esperada de este 2014, un año algo flojo para el género, Annabelle (John R. Lonetti, 2014) ha llegado con altas expectativas por ser el primer Spin-off de The Conjuring (James Wan, 2013), esa típica, pero efectiva, película de fantasmas que una campaña de marketing brutal se empeñó en convertir en un clásico instantáneo (creo que al final, merecidamente).

A Annabelle la conocimos en la película del ya aclamado James Wan, solo aparece unos minutos, pero lo suficiente para despertar nuestro interés y nuestro "canguelo" a partes iguales... Lo de incluir el caso de la muñeca en The Conjuring, es otra muestra más de lo que le ponen a James Wan los muñecos aterradores. El muñeco Billy de Saw (James Wan, 2004), que ya es todo un icono del cine de terror, fue la primera muestra de ello; pero luego trató el tema a fondo en la interesante Silencio desde el Mal (James Wan, 2007). 

Para Annabelle, Wan le ha cedido la silla de director al responsable de la dirección de fotografía de muchas de sus películas... Y fijaos cómo son las cosas que indagando en imdb, he visto que una de las primeras películas del tipo como director de fotografía es Muñeco Diabólico 3 (Jack Bender, 1991), así que el tema de los muñecos en el terror no le pilla de sorpresa.

Pero Annabelle no es realmente una película de muñecos asesinos como Muñeco Diabólico (Tom Holland, 1988) o Puppet Master (Charles Band, 1989), ni tampoco típica de fantasmas como su predecesora. Annabelle es una historia demoníaca, que además recuerda mucho, pero muchísimo, a La Semilla del Diablo (Roman Polanski, 1968).


Comparándola con The Conjuring, Annabelle nos cuenta una historia más original, creo no es la verdadera historia de Annabelle, o por lo menos no lo que yo había leído de los Warren (menudo tufo a secuela que tiene esto), pero la trama es cuanto menos interesante y entretenida de principio a fin. Sin embargo, aunque The Conjuring sea más típica también es más sorprendente. Annabelle se pierde en sustos fáciles y previsibles, muchos de ellos provocados simplemente por golpes de sonido... Eso sí, cuando el film "regala" sustos sorprendentes de verdad, son de los que te acuerdas.

También tiene algún fallo de guión, concretamente que en un principio la mujer protagonista está cagada con los fenómenos paranormales que ocurren a su alrededor, y el marido no la cree (algo más visto que el tebeo en este tipo de películas)... Pero después, de buenas a primeras, así porque sí, el tío la apoya como si nada. No sabemos si es que le ha amenazado con un mes sin sexo, pero da la sensación de que falta alguna escena que nos explique por qué el marido ha cambiado de parecer.

A la izquierda, la verdadera Annabelle

Es de agradecer lo sugerente que es la película, y como es capaz de aterrorizar simplemente mostrando a la muñeca en plano sin que haga un solo movimiento. Pero también nos toman un poco a los espectadores por tontos: Empezando por los absurdos comentarios de algunos personajes de: "¡Que muñeca tan bonita". No me jodas, que no estamos ciegos, la muñeca es más fea que un pie sin uñas; por eso da miedo. Y por cierto, estad atentos porque la verdadera muñeca Annabelle (con el diseño real, la de trapo) aparece al fondo de la tienda de juguetes, y también a la fachada en la que podemos leer un cartel que pone "Barclay", yo me lo tomo como una referencia a Andy Barclay, protagonista de la trilogía original de Chucky.

En fin, a pesar de sus defectos, creo que pesan más sus virtudes, y Annabelle es una película muy recomendable. No es ni de lejos tan buena como The Conjuring, pero está dentro de la calidad media de películas de terror con muñecos y películas de demonios.

Valoración:
Buena