sábado, 23 de agosto de 2014

La Maldición (Cursed)

La adolescencia, esa época llena de cambios: A unos les salen granos, a otros la pelusilla del bigote, las gorditas de clase de repente son unos pivones... Y otros se transforman en hombre lobo, lo típico vamos. Si amigos, el hombre lobo adolescente es casi un subgénero de un subgénero, de otro subgénero... Lo que en la música me gusta llamar "Rock con leche". Hemos visto grandes películas en los 80 con esta temática, y no solo hablo de los dos clásicos de terror en los que estáis pensando, también me viene a la mente esa inolvidable y a la vez  olvidada Teen Wolf: De Pelo en Pecho (1985, Rod Daniel) con un Michael Fox más peludo de lo normal.

Bien, pues hoy tenemos una película que más que ser de hombres lobos adolescentes, es una película de hombres lobos para adolescentes... Cursed (2005, Wes Craven) es una apuesta fuerte: un reparto de caras familiares con Christina Ricci al frente (nunca mejor dicho) y el dúo que definió el terror de los 90: Kevin Williamson como guionista y Wes Craven en la silla de director.

Fijaos si era fuerte la apuesta, que la mismísima Heather Langenkamp (La gran Nancy Thomsomp de la saga de Freddy Krueger), Corey Feldman (Niño de Jóvenes Ocultos y la cuarta de Jason), y algún actor de la saga Scream iban a formar parte del elenco... Pero la cosa se fue torciendo, los productores mandaron reescribir el guion, el rodaje se tuvo que retrasar muchos meses, y repetir algunas secuencias, luego en montaje fue muy censurada... y vamos entre unas cosas y otras acabó saliendo una película bastante mediocre.

No sé si sería bueno que los productores rechazaran el primer guión o es que era peor que el que hemos visto en pantalla, es algo que nunca sabremos. El caso es que Williamson, como es habitual en el, nos trae un guion fresco, de fácil comprensión pero con giros que tratan de ser sorprendentes... Por desgracia esta vez se queda en un intento y al amigo Kevin se le ve el plumero, al final la trama es bastante previsible y poco original.



Y Wes Craven vuelve a dar argumentos a los que piensan que es un director sobre valorado, con una dirección muy lineal: incapaz de causar terror o comicidad, como hace en la saga Scream. Yo personalmente no encuentro ninguna escena que destaque y se me quede grabada en la retina, lo que hace la película bastante olvidable.

Y por supuesto, que FX tan cutres por favor... Entre eso, el rollo tan adolescente que tiene, y lo censurada que está, casi parece que estamos viendo un capítulo de la serie Pesadillas (Escalofríos en Latinoamerica).
Vamos, que es una película malilla. Aunque sí que es algo entretenida y tiene un cierto toque ochentero, pero es previsible y cutre por momentos. Quien iba a decir que es obra de los padres de Scream (1996, Wes Craven)... No todos los hijos salen igual de buenos.

Valoración:
Regular

No hay comentarios:

Publicar un comentario