Tengo la suerte de que a mis 25 primaveras mi bisabuelo todavía vive, no creo que sea ni haya sido un hombre especialmente cinéfilo, pero como a todo el mundo, le gusta el cine ¿Hay alguien a quien no le guste el cine?
Como es una persona que ha vivido casi entero el siglo XX, ha sido testigo de muchas cosas históricas y ha visto muchas películas. Pero él siempre menciona un nombre cuando habla de cine, ese nombre es Boris Karloff.
No creáis que se acuerda de Marlon Brando o Hamphrey Bogart por ejemplo. Él, hablando de cine, siempre repite una frase: "El mejor actor que ha habido es Boris Karloff" o cuando ve alguna película de terror comenta: "De películas de miedo como Boris Karloff no hay ninguno". Imaginaos lo impactado que se tuvo que quedar mi bisabuelo en su día con la inquietante mirada de Karloff cuando le vio por primera vez en sus películas.
Bueno, pues hoy toca hablar de una película histórica, una película llena de virtudes y defectos, que sin ser una obra maestra ha sobrevivido al paso del tiempo, el bautismo de fuego del mítico Boris Karloff: El Doctor Frankenstein (1931, James Whale).
Si nos ponemos a hablar de Karloff es casi imposible que no aparezca en la conversación otro actor de la época, el no menos mítico Bela Lugosi. Es famosa en el mundo del cine la gran rivalidad que ambos actores tenían.
Tras el éxito de Drácula (1931, Tod Browning), en la que Bela Lugosi hizo una insuperable interpretación del mítico vampiro, la Universal dio con la tecla del éxito y se puso manos a la obra para su siguiente película. El Drácula de Tod Browning más que inspirarse en la novela de Bram Stoker bebía de una adaptación teatral. Así que decidieron repetir la jugada con la versión teatral de Frankenstein, se iniciaba la era de los "Universal Monsters", una de las épocas doradas del cine de terror.
Para repetir el éxito tenían claro a quién querían para el papel del monstruo de Frankenstein: Bela Lugosi. El mítico actor llego a realizar las pruebas de maquillaje, pero tomó una decisión de la que quizás se arrepentiría más tarde: ¡Rechazó el papel! Es incuestionable que Drácula es un personaje mucho más rico y elegante que el Monstruo (y digo Monstruo porque Frankenstein es el señor que lo crea, no el bicho ¡A ver si nos enteramos ya cojones!), pero para mí, y esto lo digo siendo un fan absoluto de Lugosi, fue un acto de soberbia... Lugosi no quería llevar todo ese maquillaje "porque no se le reconocería" y además "no tenía diálogo"... Una decisión que afectaría enormemente a su carrera, porque con esa negativa le abrió las puertas de la Universal a su gran rival... Y la verdad es que a fin de cuentas, la carrera de Karloff ha sido más exitosa que la de Lugosi... ¿Os imagináis a un Frankenstein interpretado por Lugosi? ¡Yo NO! Igual que no me imagino a un Drácula interpretado por Karloff.
Pues sí, puede que para un actor Drácula sea mucho más completo y tenga más matices que el monstruo de Frankenstein (que ojo, no digo que sea más fácil de hacer)... Pero es que un personaje no lo es todo, una película son muchas más cosas, y El Doctor Frankestein de Whale está mucho mejor hecha que el Drácula de Browning.
Estamos a principios de los años 30, y gran parte de la expresividad visual que se había conseguido con el cine mudo se pierde con la llegada del cine sonoro. Esto dio lugar a que las primeras películas sonoras fueran bastante teatrales, con planos amplios y pocos cortes. Imaginaos además estas primeras películas de monstruos que están basadas en obras de teatro, ese es uno de los fallos del Drácula de 1931. Sin embargo no es el caso de Frankenstein, una película mucho más avanzada a su época, que casi parece más de los años 40 que de los años 30. Y es que se nota la influencia de películas como El Gabinete del Doctor Caligari (1920, Robert Wiene) o Nosferatu, El Vampiro (1922, F.W. Murnau) (la primera se nota especialmente en los increíbles escenarios).
El director James Whale fue un auténtico innovador, de hecho esta es la primera película que realizó movimientos de cámara durante la filmación, tiene algún fallo de realización que salta en el espectador, pero es totalmente perdonable, no olvidemos que el lenguaje audiovisual aún es joven. Otro de los puntos negativos es la ausencia de banda sonora durante el metraje... La música es fundamental en el cine (sin ir más lejos, el cine mudo siempre se veía con música), y más en el cine de terror...
Tiene otros defectos que no son tan perdonables, especialmente en el guion, que da por sentado que los personajes son omnipotentes y lo saben todo por gracia divina... Son fallos que hacen que esta película no llegue a la excelencia.
El reparto que acompaña a Karloff es más que correcto, especialmente Colin Clive, que hace un gran Henry Frankenstein en sus momentos de locura. Ahora olvidad que estáis leyendo esto, cerrad los ojos y pensad en el monstruo de Frankenstein... ¿A quién veis? La imagen mental que tiene todo el mundo del monstruo es la de esta película, y es el diseño que siempre se ha copiado e inspirado para cada recreación del monstruo. Si veis el monstruo en el cortometraje Frankenstein (1910, J. Searle Dawley), primera adaptación de la novela y primera película de terror de la historia, veréis que el diseño no tiene nada que ver con el de Karloff, pero todos los monstruos de Frankenstein posteriores recuerdan al diseño de esta película. Todo esto es gracias al mítico Jack Pierce, maquillador de cabecera de los Universal Monster. Y Karloff amigos, es mucho Karloff... Capaz de hacer un monstruo aterrador y entrañable a la vez (inolvidable la escena con la niña)... Un actor que sabe jugar como pocos con la mirada y con los gestos, una enorme interpretación, que ni Christoher Lee, ni Robert de Niro, ni ningún otro monstruo de Frankestein han conseguido hacernos olvidar.
El Doctor Frankenstein es una película imprescindible en la historia del cine de terror, repito que no es una obra maestra, pero si que estamos ante un verdadero clásico. Verla es imprescindible por dos razones: La primera es Boris Karloff, y la segunda que esto es la antesala de La Novia de Frankenstein (1935, James Whale), su secuela directa, y esta sí que es una verdadera obra de arte, pero ya hablaremos de ella.
El Doctor Frankenstein es una película imprescindible en la historia del cine de terror, repito que no es una obra maestra, pero si que estamos ante un verdadero clásico. Verla es imprescindible por dos razones: La primera es Boris Karloff, y la segunda que esto es la antesala de La Novia de Frankenstein (1935, James Whale), su secuela directa, y esta sí que es una verdadera obra de arte, pero ya hablaremos de ella.
Un clásico. Es verdad que como película no es perfecta (la Obra Maestra es La Novia... no esta) pero es una maravilla. Tengo que reconocer que me declaro amante y seguidor de los monstruos clásicos de la Universal.
ResponderEliminarYo también declaro amor incondicional a los monstruos de la universal ¡Que gran época para el cine de terror! Y sin duda "La Novia de Frankenstein" es la mejor de la colección, pero para verla y disfrutarla hay que pasar por esta primera parte, que tampoco esta nada mal. Gracias por el comentario compañero!
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